El Año Nuevo chino nunca se celebra en la misma fecha ya que el calendario lunar por el que se rigen lo hace variar, pudiendo ser en enero o febrero. Empieza el primer día de la segunda luna nueva después del solsticio de invierno, que este año será el día 3 de febrero y con el que entrarán en el año 4709 de su era. Es el turno del conejo o la liebre y así todos los nacidos en 1951, 1963, 1975, 1987, 1999 y 2011 pertenecen a este signo y participan de sus características, ya que la creencia china piensa que cada persona está regida por el horóscopo dominante durante su año de nacimiento. Según la astrología china el conejo, que representa el lado Yin, simboliza la longevidad, la gracia, la sensibilidad y los buenos modales.
Los chinos como los occidentales tienen sus tradiciones y ritos para acoger la llegada del año nuevo y entre otras están las de volver a casa para celebrar esta fiesta con la familia y decorarla con todo tipo de figuras que simbolicen abundancia y prosperidad. Así el pez es un animal muy presente en estas fiestas ya que su nombre en chino (yu) se pronuncia igual que abundancia. Los colores amarillo y rojo son los predominan pues son con los que va vestido el Dios de la riqueza. Las coplas de primavera (Chun Lian) es otra de las tradiciones decorativas que no pueden faltar en las casas chinas. Se cuelgan en las puertas de las casas deseando prosperidad, felicidad y abundancia para el año nuevo.
La gastronomía también está muy presente en estas fechas y así para celebrar la Nochevieja (Chonxi) se preparan platos de pescado, que representa la abundancia, o raviolis rellenos. También se comen tallarines, que no se deben cortar, pues son el símbolo de una larga vida, y frutas como la mandarina o la naranja que atraen la prosperidad.